Convertirse en futbolista profesional es el sueño de muchos niños. Sin duda, el fútbol es un deporte que tiene mucho éxito entre los chavales y la prueba es la gran cantidad de ellos que participan en las categorías de formación. Sin embargo, muy pocos son los que consiguen dar el salto al mundo profesional, y es que tienen que darse varias circunstancias para que un jugador triunfe.
Lo primero de todo es tener una predisposición natural para el deporte. La velocidad y la coordinación son dos cualidades prácticamente imprescindibles para tener futuro en el deporte rey. Evidentemente, hay posiciones donde ser rápido no importa tanto. Por ejemplo, un extremo no tiene las mismas condiciones que un portero, pero igualmente deberán tener constancia y sacrificio para trabajar tanto en las virtudes como en los defectos.
Entrenar correctamente desde edades tempranas
Para ello, es crucial entrar en la estructura de un club lo antes posible. No es imprescindible que se trate de uno de élite como el Real Madrid o el FC Barcelona, pero si uno que cuente con entrenadores bien formados y preparados para conseguir el mayor rendimiento de los jugadores. Además, la formación como persona también es muy importante, ya que permite moldear el carácter del chaval y prepararlo a todos los niveles para triunfar en el fútbol de élite.
Durante los primeros años jugando a fútbol se trabaja principalmente la técnica individual. Así, se le dan a la persona las herramientas necesarias para desenvolverse con éxito en el terreno de juego. Cuando van creciendo, normalmente en los años de la adolescencia, se van introduciendo en las sesiones un entrenamiento más táctico. El desarrollo cognitivo del jugador permite adquirir conceptos tácticos sobre el posicionamiento en el campo y los movimientos a realizar.
Todo este crecimiento debe ser respaldado por un buen entorno familiar. Los padres deben estar ahí para animar a su hijo, pero sin volcar sobre ellos todas sus expectativas y/o frustraciones. Es muy habitual el caso del típico padre que es un gran aficionado al fútbol y que cree que tiene los mejores consejos. Sin embargo, ese trabajo debe quedar para los profesionales, mientras que la familia no debe más que animar a su hijo en los partidos y tratar de que lo lleve de la mejor manera posible.
Contratar un representante de futbolistas
Y es que el fútbol es un gran deporte pero también un gran negocio. Por eso, ya desde las categorías inferiores donde los jugadores son menores de edad, comienza a haber fichajes y cantos de sirena por parte de los clubes más importantes del mundo. En ese sentido, contar con el asesoramiento de un representante de jugadores es muy recomendable si se quieren aumentar las posibilidades de convertirse en futbolista profesional.
De todos modos, hay que saber tener los pies en el suelo y la cabeza bien amueblada. Llegar a ser futbolista de élite no es algo que se consiga de la noche a la mañana, sino que hay que ir quemando etapas y trabajando día a día.
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